domingo, 20 de agosto de 2017

Degüellaciones


El Tin-Tin es una danza que tuvo su momento de auge a mediados del siglo diecinueve, en su coreografía primitiva las mujeres descalzas, agitan sobre sus cabezas un pañuelo. Una simbología básica: la mujer pobre, sin calzado, despide a su amado que marcha bajo alguna de las divisas que coloreaban nuestras guerras fraticidas.
El Tin Tin fué una onomatopeya usada para coplillas infantiles y canciones de cuna decimonónicas, fue también una fórmula popular usada para componer coplas de carácter más irónico y picaresco.
Las coplas Tin Tin también conformaron un intercambio de ida y vuelta entre las poéticas partidarias durante la Guerra Grande. En uno y otro bando la consigna era clara: asustar al enemigo y envalentonar a las propias filas, mediante un instrumento de transmisión oral, que llegaría sin duda a más personas que el medio escrito: las rimas cantadas o recitadas. Muchas veces las tropas quedaban parapetas a una distancia en las que podían escucharse  (cuando se callaba el tronar de las armas) versos de carácter ofensivos y zahirientes con vista de influir en la moral tanto de un bando como de otro.
La construcción de un enemigo salvaje y cruel y retratar a sus tropas como heroicas y abnegadas, fue una táctica de manual.
Desde la Defensa comienza a circular la historia de que las tropas sitiadoras degüellan a sus prisioneros cantando una canción de cuna: “Tintín de la Aguada /  tintín del Cordón / gallina guisada / pato con arroz / ¡violín, violon!” . Claras alusiones a combates, ganados por unos y por otros perdidos, la imagen del enemigo devorado, la imagen del enemigo caníbal desata un intercambio de coplas, de tin-tines que mantienen de manera dramática el macabro juego de enmascarar los horrores de la guerra con una tonada infantil.
Degüellaciones recoge diversos fragmentos de esa poética oral transducidos a un medio escrito, conformando un collage de imaginerías de distintos bandos, de distintas voces reproducidos en la prensa escrita durante esos años oscuros y fatídicos, transitados en nuestras penillanuras suavemente onduladas.

Degüellaciones / collage sobre fragmentos de prensa escrita.

El Nacional, 23 de marzo de 1843
El Tambor de la Línea, 1843
La Aurora, 1 mayo 1863
El Telégrafo de la Línea, nº 20, 1845
El Negro Timoteo, nº3, 1895
El Nacional, 29 de marzo de 1843

Audio grabado el 1 de agosto en MT Estudio de Grabación y Ediciones Fonográficas. Técnico de grabación: Mauricio Trobo.
Juan Angel Italiano: voces.
Para el álbum ¡Turututú! ¡brin brum bram! los cañonazos

Folder: sobre tapa del álbum mencionado

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